El crítico gastronómico y vinícola, Enrique Calduch, publica en la sección de enología del periódico Expansión, un interesante artículo que cuenta la historia del proyecto de Bodegas el Sitio, su filosofía y la personalidad de nuestros vinos.
Reproducimos su contenído íntegro.-
Enrique Calduch (Madrid).- Expansión
07/03/2020
Se llama Francisco González Yanes y es un empresario de altura. Nacido en Canarias, en el Puerto de la Cruz, con pocos años su familia se trasladó a Venezuel, donde ha desarrollado toda su carrera empresarial. Fue fundador del Banco de Canarias, que vendió al Gobierno de aquel país. También dispuso de una compañía aérea que llegó a competir con Iberia en vuelos entre las islas y Caracas. Hace unos años, González Yanes volvió a su tierra natal y montó una bodega con la colaboración de sus hijos, en El Sitio de San Juan, al norte de Tenerife, dentro de lo que es la Denominación de Otigen Tacoronte-Acentejo.
Canarias es un lugar particular para el vino. La región se libró de la plaga de la filoxera que asoló toda Europa incluida la España peninsular y hasta Baleares, a finales del siglo XIX y principios del XX. Para resolverlo, se trajeron portainjertos de América que no eran atacados por el insecto, y sobre los que se volvieron a plantar las cepas. En este cambio, desaparecieron docenas de variedades autóctonas de toda España. Donde no se pusieron los portainjertos se llaman de «pie franco», algunos en Jumilla, Rueda y toda Canarias.
Por eso en las islas siguieron existiendo una gran cantidad de variedades blancas y tintas casi desconocidas. Además, Canarias, desde el primer viaje de Colón hasta varios siglos después, es el lugar donde atracaban los barcos que iban a América a abastecerse entre otras cosas de vino para el viaje. Así que las islas estaban, y siguen, cargadas de viñedos originales llegados algún día desde la Península.
González Yanes juntó estos factores y ha apostado por hacer vinos utilizando esas variedades prácticamente desconocidas, aunque unas están en la Gomera, otras en el Hierro, otras al sur de su isla de Tenerife. En conjunto, hace siete vinos, procedentes de seis pequeñas parcelas, la más grande de cinco hectáreas ubicadas en tres islas diferentes.
Aprovechó que se acababa de constituir, en 2011, la Denominación de Origen Islas Canarias que permite hacer vino en una bodega con uvas proceentes de cualquier lugar de las islas. Al frente de la elaboración puso al enólogo Pablo López Betancor, que además de realizar las labores de su oficio, se ha convertido en un especialista en logística: las uvas que se vendimian a mano en prequeñas cajitas en la Gomera o en El hierro se pasan a contenedores climatizados quese trasladn en camión al puerto, para pasar en ferry a Tenerife, controlando milimétricamente los horarios. De allí a la bodega, donde se realiza la elaboración.
Hacen vinos como Forastera, elaborado con la variedad forastera blanca de la Gomera; Orchilla, con la vijariego blanca; El Sitio y De Yanes con la blanca malvasía aromática, de Tenerife; Vijariego Negro y Baboso Negro, con las variedades tintas del mismo nombre procedentes de El Hierro; y un rosado muy curioso llamado Gaby 1974 a base de vijariego negro y syrah, la única concesión a una variedad no autóctona.
Todos son vinos con una gran personalidad. Forastera 2018, con una crianza ligera de cuatro meses esobre lías, aparece sutil en nariz con recuerdos de manzana y cítricos: la boca es sabrosa, grasa, con volumen y potencia (18 euros). El otro es también blanco, De Yánes 2018, a base de malvasía aromática, fermentado en barrica de roble, presenta intensidad en nariz con tonos frutales, y tostados de la madera; y una boca potente, grasa, muy equilibrada, fresca y agradable (22 euros).
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