Hemos estado trabajando en distintos procesos de la fabricación de nuestros vinos y ya tenemos parte de los caldos de Bodegas El Sitio en barricas.
Pero el trabajo debe continuar y mañana, desde primeras horas, estaremos vendimiando y recogiendo esa parte de la cosecha que nuestro enólogo había dejado para una segunda fase de algunas de las fincas de Tacoronte.
El tiempo y la naturaleza deben hacer su labor y así es como lo entendemos en Bodegas el Sitio de San Juan para que nuestros vinos consigan la calidad y el paladar que queremos ofrecerle.
Tacoronte-Acentejo:
Las prácticas de cultivo son las tradicionales y las que tiendan a conseguir las mejores calidades. Básicamente, la viña se cultiva en curiosos parrales desmontables confeccionados con “horquetillas” de monte, en líneas o margas a un marco de plantación de 1 a 1,20 metros entre plantas, y de 6 a 8 metros entre líneas. Estos parrales se arman cada año en el mes de junio, lo que se denomina levantada de la viña, permaneciendo así hasta después de la vendimia, labor que se efectúa en los meses de septiembre y octubre; acto seguido, se desmontan de nuevo y se colocan las parras sobre el terreno, recogidas sobre la línea de plantación, para así dejar el terreno libre para los cultivos de la papa, millo, etcétera. En los últimos años se ha observado un incremento sustancial de las Espalderas. En la producción del mosto se siguen las prácticas antiguas, aplicadas con una moderna tecnología orientada hacia la mejora de la calidad de los vinos. Con el objeto de que el vino que llegue al consumidor tenga una calidad constante a lo largo del tiempo y nuestros campos puedan seguir cultivándose, permitiendo una calidad de vida de los viticultores acorde a los tiempos en los que vivimos, se produce una colaboración estrecha entre viticultores y bodegueros, aunque en este caso, en Bodegas El Sitio de San Juan, hacemos las dos cosas. Somos los que eligen, plantan, cuidan y recogen la uva, para luego elaborar nuestro vino con el sello de calidad que nos caracteriza.
Las prácticas de cultivo son las tradicionales y las que tiendan a conseguir las mejores calidades. Básicamente, la viña se cultiva en curiosos parrales desmontables confeccionados con “horquetillas” de monte, en líneas o margas a un marco de plantación de 1 a 1,20 metros entre plantas, y de 6 a 8 metros entre líneas. Estos parrales se arman cada año en el mes de junio, lo que se denomina levantada de la viña, permaneciendo así hasta después de la vendimia, labor que se efectúa en los meses de septiembre y octubre; acto seguido, se desmontan de nuevo y se colocan las parras sobre el terreno, recogidas sobre la línea de plantación, para así dejar el terreno libre para los cultivos de la papa, millo, etcétera. En los últimos años se ha observado un incremento sustancial de las Espalderas. En la producción del mosto se siguen las prácticas antiguas, aplicadas con una moderna tecnología orientada hacia la mejora de la calidad de los vinos. Con el objeto de que el vino que llegue al consumidor tenga una calidad constante a lo largo del tiempo y nuestros campos puedan seguir cultivándose, permitiendo una calidad de vida de los viticultores acorde a los tiempos en los que vivimos, se produce una colaboración estrecha entre viticultores y bodegueros, aunque en este caso, en Bodegas El Sitio de San Juan, hacemos las dos cosas. Somos los que eligen, plantan, cuidan y recogen la uva, para luego elaborar nuestro vino con el sello de calidad que nos caracteriza.
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